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.M. "EL CAMINO DEL FUTBOL LLEVA AL PALACIO DEL GOL..."

LA LOCOMOTORA HUMANA

LA LOCOMOTORA HUMANA -
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EMIL ZATOPEK
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(19.9.22). Checoslovaquia. Campeón olímpico de 5.000, 10.000 m y maratón en 1952, y de 10.000 m en 1948. Medalla de plata en 5.000 m en 1948. Mundialmente conocido como la Locomotora Humana, este corredor, que durante las pruebas transmitía una profunda sensación de sufrimiento por su manera agonística de correr, imprimía, sin embargo, a su larga zancada un ritmo ligero y continuo que quizá nada tenía que ver con una locomotora a vapor de la época. Bajo su apariencia de hombre frágil se escondía el corredor más regular de todos los tiempos, el que mejor sabía dosificar sus energías. Su entrenamiento, basado en el entonces revolucionario fraccionamiento del tiempo y de los esfuerzos empleados, le permitió explotar al máximo sus portentosas cualidades para la carrera. Nació el 19 de septiembre de 1922, en el norte de Moravia. En 1944 empezó a practicar el atletismo, cuando estaba empleado en la fábrica de zapatos Bata, empleo que abandonó para cursar la carrera militar, integrándose en el ejército, donde las altas instancias le facilitaron medios y tiempo para entrenar. Zatopek saltó a la fama en 1946, cuando se clasificó en quinta posición en la prueba de los 5.000 metros de los Campeonatos de Europa celebrados en Oslo. Su progresión fue tan vertiginosa, que este mismo año logró vencer al finlandés Heino, plusmarquista mundial de esta distancia. El año 1948 fue muy importante en la vida de Zatopek. Por un lado, contrajo matrimonio con Dana, una joven atleta que destacaba en el lanzamiento de jabalina; y por otro, acudió a los Juegos Olímpicos de Londres, donde ganó la medalla de oro de los 10.000 metros (29’56”6, nuevo récord olímpico) y la de plata de los 5.000 metros, prueba en la que el vencedor, el belga Reiff, le superó sólo por dos décimas de segundo. Cuatro años después, en los Juegos Olímpicos de Helsinki’52, Emil fue el protagonista de una hazaña sin precedentes, al vencer en las tres largas distancias del programa olímpico: se proclamó campeón de las carreras de 5.000 y 10.000 metros y del maratón. Sus tres registros constituyeron otros tantos récords mundiales: 14’6”6; 29’17” y 2h 23’3”, respectivamente. Por si fuera poco, su esposa se proclamó campeona de lanzamiento de jabalina femenino. A sus 34 años, Zatopek aún compitió en los Juegos Olímpicos de Melbourne’56, pero ya no consiguió ninguna medalla. A lo largo de su carrera atlética batió diecisiete récords mundiales en nueve especialidades. Su etapa más fecunda en plusmarcas fue la inmediatamente posterior a Londres’48. En aquella época batió cinco veces el récord del mundo de los 10.000 metros, una vez el de las diez millas, dos veces el de los 20 kilómetros, dos veces el de la hora y una vez el de los 30 kilómetros. Su última aparición en las pistas tuvo lugar en el Cross de Lasarte de 1958 en Guipúzcoa, España. Pese a sus 36 años, ganó la prueba brillantemente. Fijó entonces su residencia en Praga, para ejercer de profesor de educación física, entrenador de atletismo y coronel del ejército. Héroe nacional en Checoslovaquia, Zatopek entró en desgracia cuando, tras firmar una carta de apoyo a Dubcek durante la llamada Primavera de Praga, y arengar por las calles de la ciudad a sus compatriotas, los soviéticos invadieron el país con sus tanques y acabaron con el sueño de muchos checoslovacos. Zatopek fue degradado y obligado a limpiar las calles de Praga a diario. (Se dice que las amas de casa de Praga salían de casa media hora antes y barrían todo lo que podían para quitarle trabajo a su héroe). Sin embargo, incluso antes de la caída del comunismo en los países del Este, Zatopek recobró todo su prestigio. En 1990, jubilado con una pensión digna, fue nombrado miembro honorífico del Comité olímpico de Checoslovaquia, cuando este país iniciaba su particular proceso de división.

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